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Por Miguel Abálsamo.

«Gobernar es poblar», manifestó alguna vez Juan Bautista Alberdi.

«Gobernar es educar», fue concepto de Domingo Faustino Sarmiento.

«Gobernar es dar trabajo», remarcó en la década del cincuenta el General Juan Perón.

Poblar, educar, dar trabajo, siguen siendo en la actualidad prioridades que quedan como asignaturas pendientes después de muchos años de historia nacional.

Se pobló escasamente en toda la Argentina, siendo el conurbano bonaerense el lugar de hacinamiento de millones de compatriotas e inmigrantes desesperados por la búsqueda del mejoramiento de sus vidas.

Se fue deteriorando la educación nuestra un poco cada día por motivos que darían horas analizar, y finalmente el trabajo sigue escaseando, más aún en tiempos modernos de tecnología donde una maquina reemplaza a un ejercito de operarios.

En las intendencias de cada lugar de la Argentina, caso concreto en nuestra zona de Necochea, aumentar la población es una ambición que no se puede hacer por decreto de necesidad y urgencia de aumento ciudadano, el trabajo privado no es simple de conseguir, aunque tenemos las potencialidades a explotar en una zona privilegiada para el despegue, y la educación requiere nuevas carreras universitarias evitando la ida de jóvenes que son por miles cada año en toda la región, provocando el desarraigo familiar, una erogación económica de flujo de divisas que parte de nuestra zona, y en una mayoría de casos los profesionales que se reciben y se radican en diferentes lugares dejándonos un hueco de materia gris y elevación intelectual.

Nos quedamos sin aquellos que deberían ser nuestros dirigentes del mañana.

Poblar, educar y dar trabajo, agregaría un nuevo concepto… ”Gobernar es gestionar…».

Gestionar más que ideologizar

Ideologizar un municipio es imbuir a una administración de determinada ideología, algo que no esta mal si no se cae en el fundamentalismo irracional de verdades absolutas o enemigo irreconciliable a quien no concuerda con un ese proyecto.

Gestionar es conducir a logros un negocio, empresa, estado, o deseos de los ciudadanos.

Eso necesitamos en esta hora actual, gestión.

No hay comunas pobres, hay comunas bien o mal gestionadas.

Si para muchos la «única verdad es la realidad», diríamos que también en una municipalidad la «única verdad es la gestión».

El intendente es la cabeza de esta idea pero deberá tener una orquesta que acompañe con voluntad, acción conjunta y transpiración de camiseta. Hemos observado que en diferentes momentos de nuestros últimos años en el distrito se han anunciado obras y luego han resultado frustraciones para la sociedad, esas obras ni se empezaron, y la mayoría de ellas duermen el sueño de la espera por sus realizaciones.

Los intendentes firman con autoridades provinciales y nacionales y en el medio queda un vacío, ese vacío es la falta de continuidad por la escasez de conocimiento de gestión en funcionarios de segunda o tercera línea que tienen la responsabilidad de concretar lo acordado al máximo nivel.

En Necochea, doctor Facundo López, Lobería, doctor Juan José Fioramonti, San Cayetano, agrimensor Miguel Ángel Gargaglione, por remitirnos a un triángulo de nuestra zona, aparecen como intendentes de gestión, caso Gargaglione en San Cayetano, ganador de las elecciones del 2007 con  el 50 %, 2011 con el 60 % y 2015 con el 68 %, es un claro ejemplo del hacer por sobre las gesticulaciones o los anuncios simples de ocasión para motivar un pueblo por pocos meses.

El intendente de San Cayetano logró ese enorme apoyo popular no por su ideologización, que la tiene como todo político, sino por realidades concretas de una extensa nómina de logros que podríamos decirlos extendiéndonos en el comentario, y tal vez no sea necesario porque su pueblo, San Cayetano los conoce bien, y han mejorado su calidad de vida en una comuna ordenada en números, con diálogo abierto ante provincia y Nación gobierne quien gobierne.

En Lobería el doctor Juan José Fioramonti también se mueve en el cuadro descripto, con la realidad de asumir en una comuna que hereda con la peor herencia de la democracia, deuda flotantes (proveedores) 14.800.000 $, por citar un ejemplo dentro de un desorden contable, rebaja en la coparticipación por negligencia de la anterior gestión  (FPV Intendenta Diana Arguello), recursos afectados que no llegaron a la obra pública para beneficiar al vecino, terminación de viviendas, cloacas, asfaltado, desocupación, etc.

En este trípode, Gargaglione (San Cayetano), Fioramonti (Lobería), esta Facundo López (Necochea) transitando los primeros cien días de gobierno con examen de aprobación, aunque metafóricamente agregaríamos, examen de aprobación en diversas materias pendientes que dejaron anteriores administraciones, cuadernos desordenados, fotocopias extraviadas, lapiceras desaparecidas, faltante de dinero en caja, y exuberante deuda, que el equipo económico (licenciado Jorge Mancuso en la conducción) maneja finamente dentro de una crisis todavía latente.

Los intendentes no hablan por sus discursos encendidos o pasivos, hablan por sus realizaciones, es imposible pretender convencer al ciudadano de algo que no existe, o se hicieron las cosas bien o no, claro y contundente y esa respuesta se encuentra en las urnas cuando se plebiscita una gestión.

Gargaglione ya cumplió varias metas de las expuestas, Fioramonti y López comienzan la misma huella a transitar, la de la gestión, lo único que posibilita el mejoramiento de vida de una población.

Gestión de la obra pública, asfaltado, mejoramiento de las calles de tierra, arreglo de la vía pública, limpieza de la ciudad ,las pequeñas grandes obras que requiere el vecino, y poder en cuatro años concretar las grandes asignaturas, Planta de Efluentes Cloacales, tal vez la de mayor requerimiento, inversión en nuestras vetustas cañerías de agua, una nueva dimensión para nuestra industria pesquera, la construcción como elemento rápido de dar trabajo, gestionar inversiones (como lo viene haciendo el intendente, caso Casino y otros sectores de la ciudad), transparentar todo el proceso de concesiones, y fundamentalmente viajar, golpear puertas, abrir paso al diálogo y acuerdos concretos con la provincia y Nación.

No hay tiempo por perder.

Mañana es hoy.

Muchos intendentes comprenden la urgencia de los tiempos, la celeridad que impone la hora.

Ejemplos como San Cayetano o Tandil, por dar algunos cercanos, invitan a caminar el mismo destino, el de la gestión, con decisión y audacia.

Donde hay empresas de éxito alguna vez hubo decisiones valientes y gestión.