El Papa Francisco canoniza a cuatro beatos, entre ellos a una monja española y a una pareja francesa de laicos, a su vez pades de otra santa muy venerada, Teresita del niño Jesús, que vivieron en el siglo XIX.
Su milagro, logro siempre necesario para llegar a los altares, fue curar a Carmen, una niña de Valencia que en 2008 nació prematura y que sobrevivió gracias a su intercesión.
Los santos esposos Louis Martin y Marie Azélie Guérin vivieron una vida cristiana en familia, creando día a día un ambiente de fe y amor”.
La sevillana María Isabel Salvat Romero, luego conocida como María de la Purísima, fue superiora de la Congregación de las Hermanas de la Compañía de Jesús y falleció hace solo 17 años.
El otro nuevo santo es el sacerdote italiano Vincenzo Grossi, fundador del Instituto de las Hijas del Oratorio.
Unas 65 000 personas han asistido a la ceremonia en la Plaza de San Pedro del Vaticano, que ha coincidido con la celebración del sínodo de Obispos dedicado a la familia.
Entre el público, el ministro del Interior español Jorge Fernández Díaz y la pequeña Carmen, que, según la fe católica, curó la ya pareja de santos. EURONEWS
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