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Ante cada decisión de hacer algo dentro del Parque Miguel Lillo por parte del estado Municipal desde hace 10 años nos encontramos con el avasallamiento de los lugares y el posterior intento de justificación de los responsables, incluso acompañados por algunos comunicadores sociales.

En la jornada de ayer asistimos a un nuevo acto de los irresponsables de siempre, que, sin realizar los estudios pertinentes deciden llevar a cabo acciones en un lugar muy delicado como el Parque Lillo.

La construcción de una cancha de cesped sintético para jugar al hockey dentro del Parque Miguel Lillo, desató la preocupación de los Amigos del Parque Miguel Lillo, y además no se había realizado el respectivo expediente para que llegara como corresponde legalmente al Concejo Deliberante.

Lo primero que algunos salieron a decir por enésima vez, es que Necochea es la ciudad del NO. Mentira, si fuera así no habrían instalado tantas empresas contaminantes en nuestro distrito.

Necochea es la ciudad del SI fácil para emprendimientos poco estudiados, sin conocer la factibilidad medio ambiental que en otras ciudades son moneda corriente y exigible en forma permanente.

Por otro lado, leemos en las redes sociales a deportistas importantes de nuestra ciudad expresando su enojo por el impedimento a la colocación de la citada cancha, porque de esa manera no se apoya a los 1000 chicos que juegan ese deporte.

¿Qué tiene que ver una cosa con la otra?

Los vecinos auto convocados se manifiestan disconformes con el accionar irresponsable de las autoridades; y quién intenta justificar cualquier accionar poniendo un supuesto fin superior, está absolutamente equivocado.

Por si esto fuera poco, debemos escuchar a comunicadores sociales que menosprecian a los activistas del medio ambiente tildándolos de fanáticos y que no superan las 10 o 15 personas, como si la cantidad hiciera descender la calidad de las peticiones que se realizan, o la importancia del cuidado del ambiente.

Más allá que son más de 10 o 15, y quedó demostrado en las multitudinarias marchas realizadas en contra del EMPAR que proponía el loteo y concesión/privatización del Parque, lo importante es que este tema se ha discutido ampliamente y por mayoría siempre se decidió que el destino del Parque es de control de las dunas, de las inundaciones y protección costera.

Según estos mismos periodistas nadie dijo que se quería lotear el Parque Miguel Lillo. Mentira, lo dijeron en el lanzamiento del EMPAR. Lo que pasó es que ante la reacción de los vecinos retiraron esa palabra e intentaron desmentirla.

Desgraciadamente para los autores de este proyecto del EMPAR, hay testigos directos en reuniones políticas dentro del Concejo Deliberante y en las oficinas del Municipio donde se alertaron sobre dos situaciones que se iban a producir: la concesión de la Playa de Camiones y el loteo del Parque. Así que será tiempo de terminar con la mentira de que nunca se habló de lotearlo.

La defensa del Parque Miguel Lillo, para algunos será cosa de fundamentalistas, pero para la mayoría es de quienes quieren una mejor calidad de vida y sus reclamos están basados en estudios científicos y en prestigiosos académicos.

Hemos puesto a disposición de quién lo quiera leer el trabajo del Profesor Enrique Balech. Si eso no basta además de los informes elaborados oportunamente por las Universidades de La Plata y Mar del Plata, entonces si estamos ante personas que solo ven como horizonte el negocio y la ganancia… y nada más.