Esa es la condición impuesta por algunas industrias harineras que operan en la región. La situación se suma a la doble imposición de fletes aplicada desde hace un tiempo.
“Gracias a la retirada de la exportación, los molinos en el sudeste bonaerense –la región triguera más importante de la argentina– siguen imponiendo metodologías de comercialización que perjudican a aquellos productores desfinanciados que deben entregar su mercadería para hacerse de algo de efectivo.”
Productores del cereal de las regiones de Azul, Balcarce, Necochea y Lobería indicaron hoy a Infocampo.com.ar que, en el marco de las escasas operaciones de venta que se concretan, la mayor parte de las mismas se realizan con pagos en cuotas.
“Lo curioso es que el argumento que emplean los encargados de compra de los molinos para cuotificar los pagos de operaciones de trigo disponible es el retraso que experimentan las liberaciones de subsidios por parte de la Oncca (en 2009 el sector recibió 517 millones de pesos por ese concepto, mientras que a los productores de trigo se les asignó 113 millones de pesos).
Por ejemplo: los molinos abonan 50% de la operación al momento de la entrega y el 50% restante –o bien dos cuotas del 25%– se pagar en función del recibo (o no) del subsidio oficial adeudado por el gobierno nacional.
Vale recordar que los productores trigueros que tienen la suerte de poder vender trigo a un molino, no sólo deberán pagar el flete real, sino también el “flete fantasma”. Eso implica que en los papeles de la operación figura el FAS teórico oficial, pero en el bolsillo del productor, gracias a la doble imposición del flete, ese número es bastante menor.
Según las últimas estimaciones realizadas por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, al 7 de enero pasado se habían cosechado el 87% del área triguera de la región sudeste bonaerense con una producción de 2,78 millones de toneladas.” (Fuente: Infocampo.com.ar)
