viernes, abril 19, 2024

Locales

ATE: Carta abierta de los trabajadores a nuestra comunidad

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Una vez más, los trabajadores estatales somos señalados en nuestra comunidad, como responsables que los niños en nuestras escuelas públicas “pierdan” días de clases. Una vez más, nos sentimos en la obligación de expresarnos y profundizar un debate que no debe ser tomado con superficialidad.

Somos los trabajadores estatales quienes todos los años reclamamos al Estado provincial mayor presupuesto para la salud, la educación, las políticas sociales.

Somos quienes reclamamos acerca de la ración alimentaria que reciben los niños en las escuelas.

Somos los que reclamamos cuando el gobierno paga las becas a los niños y jóvenes con seis meses de atraso y a veces más.

Somos las cocineras y ayudantes las que nos ingeniamos cada día para hacer la comida de la manera más eficaz en cuanto a nutrición,  siempre con pocos recursos, para nuestros chicos.

En la provincia de Buenos Aires se dispone de $2.50 por cada niño en razón de todo concepto alimentario diario.

Somos los trabajadores estatales afiliados a ATE quienes realizamos todos los años un relevamiento de las necesidades en cada uno de los establecimientos escolares y lo elevamos al Consejo Escolar.

Somos los trabajadores estatales los que acompañamos al Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo en su campaña «EL HAMBRE ES UN CRIMEN».

Somos los trabajadores estatales quienes junto a otras organizaciones venimos impulsando desde hace años la Asignación Universal por Hijo para terminar con el Hambre en la Argentina.

Somos los trabajadores estatales los que venimos diciendo que la prioridad en el país es discutir la distribución de la riqueza. Que es URGENTE resolver la situación de la niñez, empezando por el hambre, la educación, el trabajo de sus padres, la vivienda que necesitan para vivir en familia, etc., con ternura, sensibilidad y esfuerzo militante.

Una vez más, aclarados los tantos acerca de los pibes, el hambre y la educación pasemos a la situación de los trabajadores.

Discutir la política salarial y los acuerdos paritarios con este gobierno conlleva mucho esfuerzo. Sencillamente porque los gobernantes no cumplen con su palabra.

Fue en paritarias donde surgió la necesidad de conformar una comisión de seguimiento de acuerdos paritarios, porque el gobierno tiene casi como norma, incumplir los tratos que firma con los trabajadores.

Luego de no convocar a paritarias, agotado el camino del pedido de diálogo nos queda NUESTRO DERECHO DE HUELGA.

Nos aconsejan otras formas de protesta: ya las hemos practicado. Lamentablemente, el gobierno nos lleva al Paro porque parece ser la única medida que escucha.

Nuestro derecho no pretende perjudicar a nadie: más bien, hace visible los problemas, muestra al gobierno la fuerza de los trabajadores unidos y organizados. Y además EDUCA.

Decía Paulo Freire, el más grande educador latinoamericano de nuestro tiempo: «cuando un trabajador de la educación hace huelga está enseñando a los niños a defender sus derechos».

Porque para defender los derechos hay que conocerlos y por lo menos, los trabajadores de ATE los conocemos y sabemos de nuestra realidad.

No sólo peleamos por nuestro salario. También queremos que imiten a “Don Carlos” para terminar con la precarización laboral: los reconocimientos de servicios en las escuelas, los becarios en los hospitales, los contratados en la administración pública, los destajistas en las municipalidades.

En las escuelas sigue faltando personal: por lo menos 60 trabajadores en 44 escuelas del distrito.

Se sigue trabajando en malas condiciones, como por ejemplo, en el Patronato de Liberados.

Los municipales siguen reclamando la devolución del 3% de antigüedad. Seguimos reclamando el Convenio Colectivo de Trabajo y un nuevo escalafón para dignificar la carrera administrativa, para tener un salario de acuerdo a la tarea que realizamos, para terminar con las denominadas enfermedades profesionales producto de la sobre carga de trabajo en la tarea manual e intelectual.

Para concluir queremos expresar que la gran masa de asalariados en nuestro país vive en la pobreza ya que no se logra con un sueldo (ni a veces con dos) cubrir el costo de la canasta básica familiar.

A ver si nos entendemos: en nuestro país los trabajadores con trabajo SOMOS POBRES. Y aunque parezca una obviedad es necesario decir que los trabajadores somos también padres y madres así que sabemos bastante por propia experiencia sobre niños y necesidades.