La apertura del servicio aéreo entre el Aeroparque Jorge Newbery y la ciudad de Tandil, inactivo durante varios años, tuvo escasa respuesta de público en las dos semanas que lleva desde que fue reabierta esa ruta. Por eso, el gobierno de la Provincia avanzará en los próximos días con la modificación de las frecuencias para los vuelos que cubre la empresa Sol.
Así lo confirmó a EL DIA el subsecretario de Servicios Públicos bonaerense, Daniel Guastavino, quien explicó que la escasa respuesta del público a la oferta durante las primeras semanas estaba, en cierto modo, dentro de las alternativas esperables. «Estaba previsto que en la etapa inicial sea así», dijo, aunque de todas maneras adelantó que se están analizando algunas modificaciones para conseguir que el servicio tenga una mayor afluencia de pasajeros.
En ese marco, reconoció que los mayores inconvenientes no tienen que ver con la tarifa planteada por la empresa, unos 690 pesos para el tramo ida y vuelta, sino con el esquema de horarios y frecuencias, que despertó algunas quejas sobre todo entre los tandilenses.
«Las nuevas propuestas tendrán cada una de ellas su valor, pero entendemos que el precio de los pasajes no ha sido el motivo de los inconvenientes sino los horarios», detalló Guastavino.
Los vuelos que unen capital federal con Tandil parten desde el Aeroparque Jorge Newbery los lunes y miércoles a las 14.15, arribando a Tandil a las 15.15, y los sábados a las 8. Los vuelos desde el aeropuerto de Tandil salen rumbo a Aeroparque los lunes y miércoles a las 15.35 y el sábado a las 9.20.
Ese esquema, según plantearon algunos usuarios de Tandil, «está pensado en beneficio de quienes vienen desde Buenos Aires y no de los que podríamos usarlo para ir hacia la capital».
Perspectiva optimista
La escasa respuesta del público en esta primera etapa empujó a la búsqueda de nuevas opciones. «Se ha trabajado con la empresa y con asociaciones civiles para generar alternativas a las frecuencias que se habían previsto y que se van a implementar en breve. Se combinaron nuevos días de partida y llegada y nuevos horarios», detalló Guastavino.
«A partir de enero se podrán escalonar con otras instancias de vuelo y habrá más frecuencias, algo en lo que se trabajará durante el mes de diciembre para planificarlo», anunció.
El funcionario explicó además que la gente «necesita todavía acostumbrarse» a tener esta oferta a disposición y se mostró confiado en que durante los meses de temporada alta «se va a trabajar mejor» a partir de la salida de nuevas ofertas con más frecuencias.
El escaso éxito comercial de esta primera etapa preocupa al gobierno bonaerense por varios motivos, pero sobre todo por la idea de que el puente áereo a Tandil se convierta en el puntapié inicial para un relanzamiento global de rutas aéreas sin explotación en el interior provincial (con destinos como Necochea y Villa Gesell) para mejorar la interconexión entre distritos.
Pero además, hay motivos económicos. En el acuerdo firmado con la línea aérea Sol, que comercializa los vuelos, la Provincia comprometió fondos para un sistema de subsidios que financia cada asiento que no se ocupa de los aviones hasta cubrir un 60 por ciento del total de las 34 plazas con las que cuentan los aviones.
De esta manera, la Provincia gasta casi 40 mil pesos semanales para mantener este servicio.
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