jueves, abril 18, 2024

Opinión

OPINIÓN: «Al distrito lo salvamos entre todos o no lo salva nadie»

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Por Miguel Abálsamo

El momento actual de Necochea no merece especulaciones. Estamos en una etapa muy complicada, un gobierno aislado y sin reacción, cuentas al rojo vivo y un futuro incierto. El intendente debería convocar a un gobierno de unidad antes de que llegue la tormenta final.

Nadie desconoce la situación de nuestro distrito. No es sólo interiorizarse por los medios periodísticos, y sacar nuestras propias conclusiones, sino salir a la calle, esa verdadera realidad vecinal nos pone frente al espejo, de un estado municipal tocando fondo. Déficit alarmante, deudas impagables, un sistema de salud en crisis, los delegados del interior haciendo oír sus reclamos pero sin resultados a la vista. Un municipio cargado de deudas, sobrecargado en la administración estatal, un gobierno sin política, ni proyectos, agotado en sus dos primeros años 2003-2005,actualmente encerrado en cuatro paredes del palacio ,desentendiéndose de la realidad.

Para colmo, con una temporada de verano encima, obras no terminadas como el fracasado Frente Costero, la Avenida 75, Terminal de Ómnibus, acceso a la ciudad en condiciones precarias, dudosas concesiones, una de ellas escandalosas, como el «campingate » en la justicia. Conclusión, se necesita urgentemente un gran acuerdo necochense, un pacto social-político. Aquel concepto ..» a este país lo salvamos entre todos o no lo salva nadie» deberíamos hacerlo propio y adaptarlo a esta realidad..» a este distrito lo salvamos entre todos o no lo salva nadie…».

Un peligro previsto, tiene la mitad de posibilidades de ser corregido, si uno cree que va por el camino correcto y no escucha la voz de la gente, no puede preveer nada, y menos aún corregir la situación.

El intendente doctor Daniel Molina en este momento de crisis (que puede ser una oportunidad como decían los griegos),debería convocar a un gobierno de coalición, de unidad local , de gran acuerdo necochense, o como se le quiera llamar ,previendo ese peligro inminente que supone este presente.

Esta comprobado que sólo no podrá el intendente y su grupo de colaboradores, sin poner en tela de juicio las actuaciones personales, y tener el sentido común de entender que es la hora de sumar a todos para alcanzar al menos la meta constitucional de llegar al final de su mandato en el 2011 sin sobresaltos, aún perdiendo la mayoría en el cuerpo legislativo el año entrante, hecho que la mayoría acepta, al decir de las diversas encuestas circulantes, que le dan al alcalde en el nivel más bajo de credibilidad desde el comienzo de su mandato. Aseguran los que han revisado las mismas que en algunos casos no supera el veinticinco por ciento de aceptación de gestión.

Este llamado a un acuerdo necochense debería ser realizado sin mezquindades, por un lado que el propio convocante ,el intendente ,no lo entienda como metiendo a todos en la bolsa para erigirse en el conductor del conjunto, y la oposición no lo considere como una ayuda final a un enfermo terminal. Deberíamos dejar de lado las mezquindades y trabajar en serio para salir del pozo. Ya no es cuestión de ayudar a un intendente en extrema debilidad, sino ponerle el hombre al distrito.

Todo el conjunto de sectores que constituyen una sociedad deberán aportar con responsabilidad en este momento crucial, con objetivos claros a alcanzar. Sin egoísmos, sin divisiones marcadas, sino en el sentido de la unidad que nos garantice llegar al recambio de intendente sin traumas y sin helicópteros sobrevolando el municipio.

No es bueno para el sistema democrático, ni para el curriculum de una ciudad, que un intendente no pueda terminar su mandato.

Tal vez no es el momento adecuado ,a meses de una nueva elección de renovación legislativa, pero lo será en octubre del año próximo ,una vez determinada la cantidad de ediles en el nuevo cuerpo y con la posibilidad que el oficialismo pierda la mayoría. Esos dos años hasta el 2011 serán muy complejos. Y si no avanzamos en la integración y armonía podemos estar en serios inconvenientes.

Molina debería recordar aquel concepto tan vigente en este pago chico » el gran líder no es el que quiere hacer todo, sino el que deja que los demás hagan grandes cosas».

Aquí no tenemos un gran líder, ni siquiera un líder, tampoco tenemos la capacidad suficientes de dejar hacer cosas…sin dudas estamos en problemas, y si falla el sentido común estaremos peor. El aislamiento en política no es bueno, y no tener la modestia de convocar a aquellos que pueden renovar el Departamento Ejecutivo, vengan de donde vengan en estas horas de definición, sería un error que podría pagarse caro.

Todavía estamos a tiempo.

Aunque el tiempo comenzó a correr aceleradamente.

No se sí el distrito puede esperar mucho de quien hoy lo gobierna

, si estoy seguro que de la única manera de rescatarlo de este estado es con un gesto de quienes gobiernan, convocando a todos los sectores. El alcalde no debería dejarse ganar por el orgullo y la pereza, que son dos vicios de muchos políticos. Tampoco tendría que perder más tiempo. En esta situación local actual de desgobierno , perder el tiempo es casi un delito.