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De acuerdo a la información proporcionada por el diario Hoy de la Plata Necochea y Quequén estarían tras los mismos pasos que la ciudad vecina.

Según este artículo “Un fuerte malestar se instaló en varios municipios bonaerenses producto del accionar de funcionarios judiciales que disponen medidas en favor de delincuentes detenidos que luego terminan reincidiendo y generando un clima de virtual impunidad. Como consecuencia de ello, ya se registran casos de pedidos para que jueces y fiscales den un paso al costado.”

Más adelante indica que “En Quequén y Necochea la situación no difiere demasiado. Allí, los foros de seguridad tienen en la mira a la Justicia y parecen decididos a avanzar en el mismo sentido que Tres Arroyos, reclamando remociones. El ese sentido, el titular del Foro de la comisaría Primera, Carlos Gaddi, anticipó que “hay situaciones que demuestran que no se está trabajando bien, por ejemplo, cuando se otorga la libertad domiciliaria a un preso y éste sale a delinquir”.”

Ya hay gestiones con la Cámara Comercial e Industrial y la Asociación de Hoteles y Afines para armar un frente común buscando terminar con la impunidad.

El intendente necochense, Daniel Molina, se mostró cauto ante la posibilidad de pedir remociones, pero embistió contra jueces y fiscales al precisar que “de cada 100 delincuentes que son juzgados, sólo 4 terminan con una sentencia firme”, y luego acotó: “Hay personas que delinquen una y otra vez sin llegar nunca a una sentencia completa”.

El jefe comunal también habló de impunidad derivada de la inseguridad en clara alusión al cuestionado desempeño judicial.

Desde la Provincia, se considera que se trata de casos puntuales y que no hay una ola de cuestionamientos hacia el desempeño judicial. Incluso, desde la cartera que conduce Ricardo Casal se resaltó que muchos distritos reclaman a viva voz la apertura de juzgados y fiscalías para acelerar los procesos, “lo que no se explicaría de ninguna forma si existiera un disconformismo generalizado hacia la Justicia”, se explicó.

Pese a todo, los pedidos de remoción maduran con el tiempo, al igual que la polémica que desatan.