jueves, marzo 28, 2024

Opinión

LOS ESTADOS DE MOLINA

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por MIGUEL ABÁLSAMO

LOS ESTADOS DEL INTENDENTE MOLINA NO ANDAN BIEN.
EL ANÍMICO CON SÓLO OBSERVAR SUS ÚLTIMAS APARICIONES
PÚBLICAS SOBRAN LAS PALABRAS. EL MUNICIPIO CON ANALIZAR
EL DEFICIT SUPERMILLONARIO QUE DEJARÁ SU GESTIÓN, NO ES
NECESARIO AHONDAR EN CONCEPTOS. ASÍ ANDAN LOS
ESTADOS DEL SEÑOR INTENDENTE PREVIOS A LA ELECCIÓN.

Si bien es cierto aquello de que para conocer a un hombre hay que darle poder, no lo es menos cuando para saber el futuro de un dirigente hay que verle la postura y su animo.

Los estados del intendente local doctor Daniel Molina no son buenos.

El ánimo se refleja en la cara y en las palabras.

No es el mejor momento de Molina en esos aspectos, da el reflejo de un hombre que sabe va a perder, lo siente, aunque intente transmitir lo contrario, el ciudadano palpa, olfatea, no necesita encuestas, la calle habla, el rostro refleja situación.

En los últimos días su lectura electoral esta casi escrita. El intendente presiente que el 28 de octubre será la hora de la verdad, y ver llegar ese momento con la incertidumbre y la esperanza de todos los candidatos, pero como dirían los pibes ¨abriendo el paraguas¨. A deslizado entre sus más cercanos que la elección es muy difícil y meses atrás manifestaba entre pocos que podía llegar a constituirse en caso de derrota, en el jefe de la oposición.

El otro dato es su extremo nerviosismo que le hace cometer errores continuos.

Pretendió durante mucho tiempo asustar al pueblo con el ¨cuco¨. El pueblo es más maduro que muchos dirigentes, y el ¨cuco¨ no apareció. Molina se quedó sin el rival pretendido, y tuvo que subirse al Ring con el número uno. Guarracino lo esperó, le preparó una Concertación desde Primero Necochea, amplia y pluralista, lo dejo atónito con la lista de concejales fiel a los principios esgrimidos desde siempre por el joven abogado, y le asestó un golpe de nocaut al convertirse en el único e indiscutido referente de Scioli y del gobierno nacional, sumando a ello un equipo técnico -profesional elaborando en conjunto una plataforma creíble y realizable en el tiempo.

Molina optó por lo menos conveniente, la confrontación, un lugar no apto, lejos de su hábitat natural político, y no recomendable ante una ciudadanía que comenzó a verle la cara oculta. Ya no es el médico pediatra amable y cordial, que vino al municipio de cara a la gente, y lentamente aparecieron nubes de tormenta en la vida del alcalde.

El estado de ánimo de Molina es de un perdedor.

El estado municipal de Molina es de un déficit tremendo de veinte millones de pesos al final de su gestión.

El estado ¨molinista¨ comenzó en 2004 cuando entre las primeras medidas de su gobierno incrementó sus gastos de representación en un 359 por ciento. Pasando de 15.000 pesos anuales con que contaba el doctor Municoy, a 72.000 pesos con que cuenta el doctor Molina.

Creció el estado ,convirtiéndolo en ¨elefantiasico¨, con una plantilla de 410 empleados nuevos, de los cuales muchos fueron por amiguismo, creándose direcciones nuevas, total de ocho, secretarías y sub que suman un gasto anual de 162.000 pesos, equivalente a 648.000 durante su gestión de cuatro años.

El estado ¨molinista¨ terminó con una de deuda profunda con la Usina Popular Cooperativa, cuyo error máximo lo intentó al querer cobrar desde el municipio en los primeros días del 2006 la Tasa por Alumbrado. Cualquiera podría deducir que el cobro sería menor, no porque la UPC sea un dechado de virtudes y gente se enloquezca por pagar la tasa, sino porque era cautiva y no queda otra que abonarla junto a la factura de electricidad. El visionario alcalde se había equivocado y tuvo que retrotraer tan brillante maniobra. Al menos el ciudadano se merecía una autocrítica. Esta no existió, en el reino de Molina no hay errores. Las culpas son de los demás.

En el 2005 el estado sumo 51 puestos más en el área salud.

Sólo como dato ilustrativo, nada más.

El estado ¨molinista¨ persiguió a personal profesional de los hospitales muy duramente durante una extensa y justa huelga, y en especial a un médico que habían traído desde La Plata, el doctor Oscar Zagame, a quien se le rescindió contrato (hecho que raramente ocurre) por el sólo hecho de haber acompañado la lucha de los trabajadores del Hospital Irurzun, y ser Presidente de la Asociación de Profesionales de la Salud Pública.

El estado ¨molinista¨ echo en el brindis del día del periodista a dos trabajadores de la prensa local que no comparten su ideario al frente de la intendencia. Lo hizo de la manera más dictatorial que se recuerde en la historia local, y existieron varios casos de otros periodistas que no denunciaron situaciones difíciles que les ha tocado pasar durante la gestión actual. Ni hablar de las discriminaciones publicitarias.

En cuanto al medio ambiente fueron vergonzosas la falta de controles en las radicaciones de las empresa Raiser y Ponal Group en Quequén ( se dice que Quequén tenía un delegado que defendería sus derechos.. se dice nomás..) No sólo el intendente no se puso a la cabeza del cuidado del medio ambiente, además tiene una secretaría el municipio, sino que colocó algún familiar en un puesto jerárquico en la empresa Ponal, quien en pleno conflicto recibió y aceptó el pedido.

La Municipalidad quedará con un déficit cercano a los 20 millones de pesos. El propio Molina al comenzar su gestión hablaba de dificultades que venia arrastrando la crisis del 2001, pero que había recibido un municipio ordenado.

¿Qué dirá el nuevo intendente a partir del diez de diciembre..?

¿Nos dirá toda la verdad en la plaza local o se esconderán informes bajo la alfombra?

¿Habrá auditorias serias y profundas o seguiremos maquillando la realidad?

Evidentemente los estados de Molina no están bien.

El estado de animo queda reflejado en su rostro, su palabra y las verdaderas encuestas que tiene en su poder.

El estado municipal con una deuda que haría temblar a quien la reciba a partir del diez de diciembre.