martes, abril 16, 2024

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PESCA: Cancillería interviene por el caso del Promarsa III

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El Puerto de Mar del Plata le negó a Red Chambers ingresar el buque a dique seco y le reclama 21 millones que adeuda Alpesca, a pesar de que ese tangonero era de AP Holding y nunca entró a ese puerto ni registra deuda.

La empresa norteamericana leyó el “pedido” como una maniobra cuasi extorsiva y reclamó la intervención diplomática.

El Consorcio Portuario Regional de Mar del Plata denegó el ingreso del buque congelador tangonero Promarsa III (MN 02096) aduciendo que la empresa Alpesca mantiene con el organismo.

El pesquero se encuentra en un astillero en la ciudad de Necochea terminando las reparaciones y requiere entrar a dique seco para que se le practiquen las inspecciones necesarias para la obtención de las diferentes certificaciones de navegabilidad exigibles por parte de la Prefectura Naval.

La justificación de impedimento del ingreso, con amenaza de quedar retenido, por parte de la administración portuaria que conduce Martín Merlini, es por una deuda que data desde 2012, pero no sobre ese buque, ya que el Promarsa III no tiene registros de ingreso a ese puerto.

El trámite online muestra que la requisitoria de ‘giro de buque’ ha sido desaprobada y se muestra un pulgar abajo, y el motivo expresado es: «No autorizado debido a la deuda mantenida por la firma Alpesca ante este Consorcio Portuario Regional de Mar del Plata».

Lo cierto es que el Promarsa III pertenecía a AP Holding, y tras la expropiación quedó bajo el control del estado chubutense, que posteriormente lo concesionó a la firma Red Chambers para su explotación comercial.

El Consorcio Portuario nunca se presentó ante el expediente que tramitó la quiebra de AP Holding, dueña original del Promarsa III, ni entabló demanda contra la sociedad Alpesca que es quien le generó deuda por uso de muelle por los barcos Cabo Vírgenes y Promarsa I, que sí eran propiedad de esa empresa.

La deuda exigible a Alpesca de 2012 hasta 2014, y al Estado de Chubut desde 2014 a 2019 sería del orden de los siete millones de pesos, pero actualizados y con intereses treparía a 21 millones de pesos.

Las vías de reclamación de una deuda son, en principio, administrativa y luego en la instancia de la justicia civil y comercial. Y desde el Consorcio le habrían hecho saber, de manera oficiosa, a Red Chambers, que si abona la deuda que dejó Alpesca le dejarían entrar el Promarsa III al astillero TPA, y que de no hacerlo podría quedar la embarcación retenida; lo cual habría sido leído por la compañía norteamericana como una cuasi extorsión, y se le pidió intervención a la Cancillería Argentina. El tema amenaza en transformarse en un escándalo.

En tanto y ante el apremio de los tiempos, al estar ya iniciada la temporada de langostino en aguas nacionales, RCA desistiría de subir al buque en Mar del Plata, y optaría por otros astilleros de Bahía Blanca y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Y al no habérseles permitido tomar posesión de los barcos Cabo Vírgenes y Promarsa I, la arrendataria de los bienes de Alpesca intimaría al Consorcio Portuario Regional de Mar del Plata, haciéndolo responsable de lo que les suceda a los buques que fueron literalmente desmantelados en muelle, y hasta con riesgo de hundimiento.