martes, marzo 19, 2024

Nacionales, Política

OPINIÓN: La autonomía no es prescindencia, tampoco subordinación

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La jugada electoral de CFK, ha repercutido y trascendido más allá de la frontera de nuestro país. Los apoyos, a la iniciativa y algunas críticas invaden las opiniones vertidas en las últimas horas.

Nosotros nos interrogamos:

¿Solo con esto alcanza para resolver un resultado electoral nacional?

¿El cambio de gobierno garantiza, por sí solo, la resolución de la tremenda crisis –deuda que deja el gobierno de Macri, en la Argentina?

¿Acaso lo electoral reemplaza el necesario protagonismo del movimiento obrero y del pueblo en general?

¿Qué nos hace falta, suponiendo que esa iniciativa tuviese éxito?

Desde hace años que venimos impulsando desde la CORRIENTE SINDICAL CARLOS CHILE, en la CTA AUTONOMA y en todos los ámbitos del movimiento popular la UNIDAD DE ACCION. La experiencia acumulada en ese sentido y lo construido no es poco, pero no alcanza.

Ante una CGT comprometida conciliadoramente con el gobierno y el poder, se fueron desarrollando distintas corrientes en el movimiento obrero con el objetivo de abandonar aquellas políticas de supeditación y confrontar contra las iniciativas políticas, sociales y económicas del gobierno de Macri.

En ese andar se fue creciendo en protagonismo y también fue necesario profundizar el debate e intercambio de puntos de vistas que permitieran la construcción de corrientes organizativas en el movimiento obrero y organizaciones sociales apegadas a las necesidades y reivindicaciones de la clase obrera.

Así nació la CORRIENTE FEDERAL; EL FRENTE SINDICAL POR EL MODELO NACIONAL; LA MULTISECTORIAL 21F (la única que desarrolló en este tiempo un programa de propuestas, que se construyó desde la periferia al centro, en todo el país).

Todas estas organizaciones fueron articulando y accionando conjuntamente con la CTA de los Trabajadores y la CTA Autónoma, cuya existencia surge de la búsqueda en la década del 90 por construir un Nuevo Modelo Sindical de democracia y libertad sindical, primero con el Congreso de los Trabajadores de la Argentina y luego devenida en Central.

En ese contexto los movimientos sociales de carácter territorial, algunos contenidos en la experiencia de las CTAs y otros construidos en los últimos años, fueron desarrollando su accionar y procurando articular con el movimiento obrero organizado.

Nuestra Corriente Carlos Chile ratificó en un reciente plenario en Villa Constitución, de homenaje al “villazo”, nuestro compromiso por la unidad de Acción, como forma de avanzar en los objetivos estratégicos de carácter clasista, anticapitalista, antiimperialista, contra el patriarcado y toda forma de discriminación.

Son distintas corrientes organizativas del movimiento obrero y popular que fueron construyendo, no sin dificultad, una unidad de acción que ganó la calle con movilizaciones, concentraciones, plenarios, actos públicos.

Desde la Corriente Carlos Chile somos activos partícipes de estas iniciativas y entre todos construimos el paro del 30/4 y construiremos una gran respuesta para el Paro Nacional del 29/5, conmemorando el “Cordobazo”, expresión acabada de la unidad de acción.

En ese camino se fue fortaleciendo la participación, el compromiso y solidificando la democracia de la calle, ante un gobierno obcecado en cumplir solo con las exigencias del FMI Y LOS GRUPOS TRANSNACIONALES.

Por eso, en ese contexto y en el marco del proceso electoral, nos interrogamos: ¿Qué es lo que está en juego y ahora más que nunca?

Nosotros respondemos: ¡¡¡LA AUTONOMIA DEL MOVIMIENTO OBRERO A LA HORA DE ACTUAR!!!

Venimos diciendo y haciendo unidad de acción con autonomía, no sin dificultades, discusiones, poniendo en el centro de la iniciativa movilizadora, que la calle hay que ganarla antes, durante y después del proceso electoral nacional.

¿Qué significa eso? Que no hay que perder la identidad de clase, somos orgullosamente trabajadores.

Que resulta ineludible cambiar la correlación de fuerza en el movimiento obrero a favor de las iniciativas populares y para ello hay que desarrollar organización y poder propio. Desde ahí se puede intervenir en modificar la correlación de fuerzas en la sociedad e incluso ser parte de una lucha política integral para frenar el proyecto del ajuste y la regresiva reestructuración del macrismo y sus socios “opositores”.

NADA DE TODO ESTO SE CONSIGUE SIN AUTONOMIA y sin una clase trabajadora movilizada que garantice los cambios profundos que necesitamos. Menos aun jugando, solo, a las “patas de un caballo potencialmente ganador” que el poder, los grupos multinacionales, Trump, etc. podrían mancarlo antes de llegar.

De allí que sin ser prescindente de la coyuntura actual y jugando a fondo para el mejor resultado electoral del pueblo, el compromiso, es de cada uno y de nuestras organizaciones, sin comprometer a estas últimas en posiciones políticas partidarias, que nos igualan con aquellos que criticamos, porque hablan de autonomía, pero transitan la supeditación política partidaria institucional sin sonrojarse.

¡¡¡AUTONOMIA NO ES PRESCINDENCIA, TAMPOCO SUBORDINACIÓN!!!

Buenos Aires, 19 de mayo de 2019

Firman: José Rigane, Hugo Blasco, Julio Acosta, Carlos Perusini, Marisol Cirano, Ana Fleitas, Néstor Jeifetz, Carla Rodríguez, Marcos Wolman, Pola Monti, Manuel Gutiérrez, Rubén Ortíz, José Luis Ronconi, Guillermo Díaz, Leandro del Greco, Gabriel Martínez, Víctor Mendibil, María Elena Saludas, Marisa López, Beatriz Rajland, Daniel Campione, Eduardo Smidt, Julio Gambina.