viernes, abril 19, 2024

Locales, Opinión

OPINIÓN: ¿Grieta entre médicos por un nuevo paro que afecta a los más pobres?

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Por Gabriel De Vito

Los paros no son buenos ni malos.

Es una mezcla de todo, los hay justos en los reclamos, los hay necesarios para que se visibilicen los problemas, los hay por intereses partidarios.

Precisamente cuando ocurre esto, el ingreso del partidismo político en cualquier paro el mismo comienza a ser sospechado, no sólo por la sociedad sino también por aquellos que adhieren a la medida.

Los profesionales médicos del distrito de la ciudad, eternos adoradores del paro, integrados en la sigla Cicop, nuevamente incurrirán en lo sempiterno, paro de actividades en los hospitales públicos los días jueves 13 y viernes 14 del corriente mes.

¿Los motivos?

Falta de pago en tiempo del mes, y el abono del arancelamiento.

Es cierto que puede haber razones que no falten, también no es menos cierto que sin meterse nadie en los bolsillos de los profesionales, estos no tienen las necesidades de cientos y cientos trabajadores del estado municipal quienes perciben cifras muy inferiores a lo de los continuos reclamantes.

No es lo mismo el bolsillo de alguien que apenas, y a veces no es así, llegan con la lengua afuera a fin de mes, con sueldos superiores a los cien mil pesos, sumados horas extras y otras yerbas conocidas en la administración pública, quienes además tienen actividad privada para sumar otro resto nada despreciable.

Los ciudadanos deberíamos saber claramente, sin vueltas, los sueldos en la administración estatal, todos, no para resaltar comparaciones, sino para saber a ciencia cierta la realidad.

Veríamos que en muchas ocasiones los de «abajo» de la administración municipal son lo que suelen ponerle el hombro al momento, y a veces los que más «patalean» no son los más necesitados.

Vale la aclaración, que el paro es un derecho constitucional, y muchos de los habitantes de nuestro distrito de Necochea (me incluyo), acompaño los reclamos de los trabajadores ante el no cumplimiento del pago de sus salarios en tiempo, horas extras, y demás, pero a su vez llamó a la reflexión a los que desde un sector social de mayor tranquilidad económica deberían tener una tolerancia mayor cuando se atrasa un abono 24 o 48 horas.

Es cierto que la política partidaria ha ingresado en los reclamos médicos, allí observamos a muchos que supieron cumplir funciones con anteriores gobiernos en el área salud, no terminando demasiado bien sus trabajos como funcionarios, otros suelen hablar y criticar en demasía, pero a la hora de apoyar otros reclamos, una vez solucionado los propios, no actúan con la misma firmeza.

Allí, entre las cabezas visibles de los llamadores al paro continuo se encuentran cabezas visibles de la ex concejala y funcionaria de salud, Andrea Perestiuk, el doctor Matías Rizzo, ambos reconocidos militantes de un sector político, lo cual no está mal, salvo convertir el hospital en un centro socialista, unidad básica o comité radical, esto debe ser resistido por el resto de los profesionales médicos y por el personal todo de los hospitales.

¿Grieta entre médicos?

Aunque todavía es en silencio y en charlas en los cruces de trabajo en la salud pública, lentamente vienen surgiendo diferencias de criterios ante el llamado permanente a los paros.

Comienza a abrirse una grieta, que por ahora es tenue, pero comienza a existir y no sería raro que comience a plantearse en asambleas o incluso en manifestaciones en la prensa.

Algo parece comenzar a romperse cuando la política partidaria ingresa en el trabajo de todos, sea cualquier esa política-partidaria, en este caso manejada de la mano de Perestiuk-Rizzo-Almada, con acento «kirchnerista», aunque con cierto disimulo, para no ingresar en exageraciones de la militancia.

Esto está haciendo implosionar la situación, y preocupar a los propios jefes de los reclamos.

Por ahora la «grieta» se empieza a sentir muy levemente, mientras un conocido médico, de muchos años de experiencia en la actividad y en estas situaciones ,lo reseñaba en café de amigos..» lo único que están haciendo muchos que apuran los paros es debilitar a todos los profesionales, porque una cosa son los paros legítimos y otra cosa es cuando tienen intenciones políticas tan visibles, creo que en algún momento habría que hablarlo con firmeza, los profesionales de la salud pública tenemos independencia y decisiones propias, no podemos ser llevados como ganados por aquellos que piensan en nuestros trabajos pero también en sus ambiciones políticas».

Lo concreto es que aquellos que le ponen ese acento social y hablan de los más humildes, lo único que hacen con estos paros es perjudicar precisamente a los más pobres, a los que solamente tienen los hospitales y Centros de Salud ante sus necesidades.

La sociedad apoya los reclamos justos, en este caso comienzan a olfatear algún olor no demasiado claro en estos reclamos.

Comenzó la desconfianza entre los profesionales, la confianza es como un papel, una vez que comienza a arrugarse no puede volverse como antes