viernes, marzo 29, 2024

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OPINIÓN: Fútbol necochense… ¿no se quiere… No se puede y se elige a quien?

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Por Miguel Abálsamo

Estación Quequén, el equipo más importante que dio la historia de nuestra Liga Necochea de Fútbol, militaba en el Nacional B, año 1988, enfrentando a equipos llenos de grandes  figuras, de equipos poderosos, muchos de los cuales hoy tendrían un plantel para jugar en la Superliga.

Cierto día de relato dominguero, se acercó a compartir el palco de periodistas donde nos encontrábamos cubriendo el encuentro, mientras arreciaba el viento y el 3-3 frente a Quilmes como final de los noventa, un señor con mayúsculas, empresario, visionario, de esos hombres irremplazables, Roberto Bottino.

Maravillado por la plaza necochense en el Nacional B, soñaba en esa fría jornada con «su» Huracán de Tres Arroyos en las grandes ligas.

Si bien soñar costaba mucho, contrarrestando aquello de «soñar no cuesta nada…», don Roberto estaba convencido que el «globo» de la vecina localidad tendría su momento.

Este llegó.

Fue el Regional, fue el Nacional «B» y el gran paso imborrable, primera división del fútbol argentino.

Hubo un dirigente y acompañamiento de un pueblo para lograr los grandes objetivos.

No podemos obtenerlo en nuestra zona.

El presente nos devuelve una imagen un poco devaluada de nuestro fútbol o deporte en general, sinónimo del retroceso como ciudad, carga que no podemos colocarle en el hombro de nuestros dirigentes políticos circunstanciales, sino agregarle la parte empresarial, comercial, como actores principales.

Pasaron aquellas jornadas del básquet de excelente, norteamericanos estrellas incluidos de Rivadavia en Liga Nacional, el campeonato obtenido en voleibol por Luz y Fuerza, las históricas y nostalgiosas vueltas del Turismo de Carretera en la zona, corredores de primer nivel con «Jhonny» de abanderado, mundial de casín a estadio lleno en el Piso de los Deportes con el enorme «Nene» dando la vuelta olímpica, y tantas otras en la agenda estadística, larga lista a enumerar, sin olvidarnos de grandes noches de box, carreras zonales en el viejo «Zugazua», y etc… etc… interminables.

No esta en mi animo llegar al largo cansancio de aquellos mayores o la sorpresa de aquellos jóvenes, por lo que perdimos.

La pregunta es… ¿no se puede…. no se quiere… y a veces se elige según los gustos?

Nunca diría en una ciudad como la nuestra que  no puede, porque estaría denunciando una impotencia que nos impide crecer.

Tampoco aquel latiguillo fácil y aceptado, casi como ir a misa los domingos para lavar pecados semanales… «hay otras prioridades». Una forma de no hacer aquello y tampoco avanzar sobre las prioridades.

No es una grieta aportar económicamente para del deporte o ir a las prioridades.

Todo debemos hacerlo en su medida y armoniosamente.

La representación de un equipo de fútbol en un torneo de importancia es generadora de empleo, no sólo de fervor o expectativas.

Se pone en marcha un aparato de empleos que va más allá de los veinte que pueden integrar un plantel.

Es imposible decir… «no se puede», en un distrito de nuestras potencialidades.

Tal vez más directo y duro sería manifestar… «no se quiere». Un cóctel donde surgen los que no les interesan, prefiere rehusarse al apoyo aunque puedan, falta unidad en nuestro fútbol para decir «somos todos”, sin distinción de camiseta a la hora de representar nuestra pasión «futbolera».

Como también esta el tercer ingrediente, cuando se elige a quien en detrimento de otro según las circunstancias políticas cercanas imperantes.

Ministerio al torneo federal. ¿El equipo del consorcio portuario?

No quiero abrir análisis, eso lo dirá el ciudadano, sobre el apoyo de mucho dinero que el Consorcio de Gestión de Puerto Quequén en la figura del presidente doctor Arturo Rojas, brindará al Club Ministerio de Quequén para jugar el Torneo Federal «C» del fútbol argentino.

Apoyo que no contó el Club Rivadavia, quien era legítimamente el participante, fruto de los números de la última tabla de posiciones.

Por un lado loable (aunque extrañamente porque por  otro lado  se estaría en una etapa de reducir gastos por números que no cierran) la actitud del Consorcio de Puerto Quequén en la presencia del doctor Arturo Rojas, actual concejal del Partido Fe y abogado del Anses Necochea, y por otro algo que no me parece correcto como actitud coherente, restarle apoyo a un club, sea cual sea para brindársela a otro, sea cual sea, por inclinaciones políticas o relación fluida de sus miembros con el Consorcio, caso concreto el presidente de Ministerio de Quequén,  doctor Lisandro Fernández Guerrero, militante cercano al presidente del Consorcio, su hermano, José Ignacio Guerrero, atleta subvencionado por el Puerto Quequén en sus viajes costosos internacionales, aporte económico de cifras importantes para la contratación de técnico y jugadores, los más caros del distrito y llegada de otros semi-profesionales.

No objeto absolutamente esto, espero lo mejor de quien nos represente, lo que si es   censurable que una institución elija por conveniencia política a quien respalda en un emprendimiento.

Todos los clubes son iguales ante la necesidad económica, pero para el Consorcio algunos son más importantes que otros.

La ciudad ya denomina a Ministerio como «el equipo del Consorcio de Gestión de Puerto Quequén», anatema que cuando lo pone el pueblo no lo saca nadie.

No esta ni bien ni mal.

Simplemente esta instalado.

Es de esperar que cuando otras instituciones deportivas necesiten este apoyo, o deportistas individualmente lo requieran muestren el mismo entusiasmo e idéntica sensibilidad deportiva.

Por eso cuando a la hora de evaluar los apoyos deportivos en búsqueda de logros altos decimos sobre el distrito de Necochea:

«No se puede…»

«No se quiere»…

Hemos añadido un tercer eslabón,  se puede y   se quiere… lo mal es que se pueda, se quiera eligiendo a quien.

Positivo el Consorcio de Puerto Quequén, en momento de ciertos inconvenientes internos, que muestre su presencia aportando mucho dinero a un club de Quequén para jugar el Torneo Federal «C», en caso de avanzar a otra etapa se necesitará el doble del dinero actual.

Negativo, es que exista cierto «tufillo» partidista a la hora de la elección.

Deberían imitar al enorme dirigente que tuvo Necochea, Gerónimo Venegas, quien siempre ayudo, con bajo perfil, sin preguntar de donde venían o adonde iban, sin camiseta ideológica que tuvieran puesta.

El hombre que nunca dejo a nadie de a píe, amigos o no amigos.

Bueno… parir estos dirigentes no es un parto fácil.