Alivio por un lado y protestas por el otro generó hoy la decisión de la FIFA de «indultar» al astro argentino Lionel Messi, al reducirle de cuatro fechas a una la sanción por insultar a una terna arbitral brasileña.
El Comité de Apelaciones de la FIFA aceptó el recurso interpuesto por la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y la selección «albiceleste» podrá contar finalmente con su capitán en la complicada recta final rumbo al Mundial de Rusia 2018.
Una gran noticia para Jorge Sampaoli, quien ya fue confirmado como entrenador del combinado nacional en reemplazo del despedido Edgardo Bauza y asumiría sus funciones una vez que se resuelva su solución contractual con Sevilla.
El hombre que hizo llorar a Messi en la final de la Copa América de Chile 2015, cuando condujo a la «Roja» a un título inédito tras derrotar por penales a Argentina, seguramente estará aplaudiendo hoy la decisión de la FIFA.
Había sido su predecesor Bauza el encargado de convencer al astro del Barcelona de rever su decisión de renunciar a la selección nacional tras una nueva frustración en la edición centenaria de la Copa América en Estados Unidos 2016.
Harto de las constantes críticas recibidas, más aún tras malograr el primer penal en una nueva definición desde los 12 pasos en el torneo continental frente a Chile (esta vez al mando de Juan Antonio Pizzi), Messi había dicho basta.
Pero el adiós nunca llegó a hacerse efectivo porque Bauza logró convencerlo antes de que Argentina volviera a jugar un partido oficial y los resultados terminaron dándole la razón al entonces DT, pues sin Messi la «albiceleste» padeció y mucho. Sus ausencias respondieron a lesiones y Argentina lo sintió, así como seguramente lo hubiera sentido si se veía obligada a encarar el tramo final de las eliminatorias sudamericanas sin él en el plantel, como todo hacía presagiar.
Si el Comité de Apelaciones le hubiese bajado el pulgar, Argentina sólo hubiera podido contar con Messi en la última fecha, frente a Ecuador en Quito o, como se especulaba en el mejor de los casos, ante Perú en Lima una jornada antes.
Esto debido a que se suponía que la gestión ante la FIFA podía redundar en una reducción de cuatro a dos fechas para Messi, quien finalmente sólo cumplió una en la derrota por 2-0 ante Bolivia en la altura de La Paz.
Un revés que la dejó nuevamente en zona de repechaje y complicó la clasificación a Rusia 2018, que ya garantizó la presencia de Brasil, sólido líder de la eliminatoria al mando de Tite.
Brasil sí debió prescindir por cuatro fechas de Neymar, compañero de Messi en Barcelona, cuando lo sancionaron por insultar al árbitro chileno Enrique Osses luego de ser expulsado en un partido con Colombia de la Copa América 2015.
Antecedente inevitablemente presente ahora que la FIFA decidió hacerle un «guiño» a Messi, quien se despachó de lo lindo con el juez de línea brasileño Emerson de Carvalho en el agónico triunfo por 1-0 frente a Chile en las eliminatorias.
La diferencia es que Sandro Ricci, árbitro principal de aquel partido en el estadio Monumental de Buenos Aires, no incluyó los insultos de Messi en su informe. No haría falta.
La popularidad de Messi y la repetición hasta el hartazgo de las imágenes televisivas en los noticieros y las redes sociales obligaron a la FIFA a actuar de oficio y a anunciar aquella sanción de cuatro fechas que hoy decidió achicar a una.
Según el Comité de Apelaciones «las pruebas disponibles no eran suficientes para demostrar que se cometió una falta grave que no fue advertida por los oficiales del partido», aún cuando consideró «reprochable» la conducta del astro.
Contradicción de la que se hicieron eco medios de prensa internacionales, muchos de ellos para condenar el «indulto» a Messi, representado en Zurich por los abogados de la AFA, que realizaron un descargo pormenorizado.
Messi, quien dijo en su momento que sus insultos habían sido lanzados al aire, no se presentó a declarar como se especulaba, pero por lo visto no fue necesario pues los letrados lograron incluso que la FIFA le levantase la multa que le había aplicado.
Para que la historia tuviera ese final feliz para Argentina, muchos apuntan a la reunión que el flamante titular de la AFA, Claudio Tapia, mantuvo en Santiago de Chile con el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, hace pocos días.
Otros, en cambio, mencionan los buenos oficios del ex capitán y ex entrenador «albiceleste» Diego Maradona y a su cercanía con el dirigente ítalo-suizo, quien se decía estaba molesto con Messi por algunos «desplantes» del astro argentino.
La noticia del «indulto» coincidió con otra que apunta a la fallida primera reunión con Barcelona para la renovación del contrato que los vincula hasta mediados de 2018, aunque todo parece indicar que Messi seguirá en el club catalán.
La idea es extenderle el contrato hasta 2022 para que no se resienta el tridente ofensivo que integra con Neymar y con el uruguayo Luis Suárez, un amigo y compañero al que la FIFA no midió con la misma vara, recuerdan hoy los medios «charrúas».
«Se sabía que Argentina iría al Mundial por decreto», destacaron analistas uruguayos que recordaron la durísima sanción que purgó el «Pistolero» tras aquella mordida al italiano Giorgio Chiellini en Brasil 2014.
En Chile, en tanto, hubo quienes calificaron la decisión de la FIFA de «sospechosa a impresentable» y destacaron los dichos del presidente ruso, Vladimir Putin, quien comentó que «el Mundial 2018 no sería lo mismo sin Messi».(ANSA).
Noticias relacionadas
