El pánico emergió ayer nuevamente en París cuando, entre la multitud presente en la estación de trenes Norte (Gare du Nord), un hombre sacó un puñal, se acercó a una patrulla de gendarmes y terminó arrestado.
El incidente se produjo en una hora concurrida, en medio de cientos de pasajeros que acuden usualmente a la estación el sábado por la tarde y después del ataque del jueves en los Campos Elíseos.
Muchos pasajeros huyeron despavoridos dejando su equipaje en medio del gran hall central de la terminal.
No hubo consecuencias y nadie resulto herido, sólo el pánico, tan común en los últimos tiempos que ha dañado la calidad de vida de los franceses.
El hombre con puñal terminó reducido y apresado por los gendarmes, mientras brigadas especiales con perros recorrían el predio para descartar la presencia de explosivos, sobretodo por la gran cantidad de bultos y valijas abandonados por la gente en medio del temor.
Una fuente policial dijo a la cadena BFM-TV que el hombre caminaba con un cuchillo en la mano porque «temía por su vida», al menos eso dijo. Probablemente un desquiciado.
De acuerdo con la misma fuente, el hombre nunca asumió una actitud muy amenazante, y cuando la policía le ordenó tumbarse en el suelo no opuso resistencia.
«Menos mal que no dispararon», dijo un transeúnte dejando en claro los riesgos que se corren en Francia, en medio de tan tensión desatada por la seguidilla de atentados del fundamentalismo islamista.
Hoy Francia vivirá una jornada electoral, cargada de tensión y miedo. (ANSA).
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