Un doble ataque cometido hoy en sendas iglesias coptas Egipto, uno en Tanta (al norte de El Cairo) y el otro en Alejandría, dejó 45 muertos y decenas de heridos.
Los ataques fueron reivindicados por el Estado Islámico. El primer atentado se produjo en las cercanías de la iglesia copta Mar Girgis, donde se estaba celebrando el Domingo de Ramos.
Según una fuente de la seguridad egipcia, la explosión en Tanta fue causada por una bomba que estalló dentro de la iglesia, probablemente accionada a distancia, en tanto se estudia la hipótesis de un atacante suicida.
Los muertos fueron 27 y los heridos 78, según funcionarios egipcios. Dos personas fueron detenidas, sospechosas de estar involucradas en el atentado, cuando había en la iglesia unas 2.000 personas.
El primer ministro condenó el atentado, afirmando que Egipto seguirá sus esfuerzos por eliminar el terrorismo.
Poco más tarde se registró una fuerte explosión en la iglesia de San Marcos en Alejandría, causando 18 muertos y 40 heridos.
El comandante de las fuerzas de seguridad murió mientras intentaba frenar al terrorista suicida frente a la iglesia, informó la televisión de Estado.
Poco antes de la explosión el papa copto Tawadros II había dado misa en San Marcos. El estallido fue afuera, frente al portal de la catedral, de modo que todos los que estaban adentro de la iglesia se salvaron.
El presidente palestino, Abu Mazen, condenó los ataques, informó la agencia oficial Wafa, y ofreció sus condolencias a los deudos de las víctimas.
Los atentados fueron reivindicados por el Estado Islámico, en tanto las fuerzas de seguridad egipcias desactivaron otras dos bombas que habían sido ubicadas en la mezquita Sidi Abdel Rahim de Tanta, la segunda más importante de la ciudad, en cuyo interior hay un santuario sufí.
Después de los atentados hubo nerviosismo y hostilidad hacia el gobierno frente a la iglesia de Tanta. «Se la toman con el ministerio del Interior, que no los protege», dijo al cronista de ANSA en el lugar un joven de barba. En una calle paralela hay un imponente despliegue de furgones blindados de la policía.
Por su parte Hamas condenó los atentados en Egipto, definiéndolos como «un crimen». El vocero del grupo islámico Fawzi Barhum, citado por los medios palestinos, auguró «salvación, seguridad, estabilidad y prosperidad a Egipto y su pueblo».
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