martes, abril 23, 2024

Internacionales

Ni el carnaval se salva de la crisis

Sharing is caring!

Ni el carnaval está a salvo de la crisis económica brasileña: ante la falta de recursos este verano boreal habrá menos lujo en las monumentales «escolas do samba» y en lugar de whisky importado, los camarotes del Sambódromo ofreceerán la popular, y muy apetitosa «feijoada».

La Liga Independiente de Escolas do Samba de Río de Janeiro (LIESA) considera que este carnaval será el menos vistoso de los últimos tiempos debido a la falta de recursos para los disfraces de los bailarines y el decorado de los grandes carros alegóricos.

«El carnaval de 2017 necesitará de creatividad para compensar la falta de recursos», explicó Jorge Castanheira, titular de la LIES, entidad que representa a las grandes agrupaciones que disputan el trofeo de reina del año, tras los desfiles en el Sambódromo.

Si el carnaval carioca es considerado como «o mais grande» del mundo, el segundo más importante en público y despliegue posiblemente sea el de Salvador de Bahia, en la región nordeste.

Durante prácticamente un mes las calles de Salvador son tomadas por los «blocos de rua», agrupaciones con gigantescos camiones de sonido, bailarines y cantantes que van recorriendo la ciudad seguidos por el público.

«El carnaval no está inmune a la crisis, algunos blocos de rua tradicionales ya anticiparon que van a reducir el número de días» que recorren la ciudad, declaró Isaac Edington, presidente de Salvador Turismo, organismo que depende de la Alcaldía.

«El carnaval está hundido en su peor crisis de los últimos 30 años, las escolas do samba no tienen recursos» porque hay mucha menos publicidad y se redujo drásticamente el aporte del Estado sumido en una crisis económica grave, dijo un conocedor del mundo carnavalesco, Aydano Andre Motta, editor de la publicación electrónica Carnaval y Samba.

El próximo verano tampoco se verá tanto derroche en el sambódromo Marques de Sapucaí, de Río de Janeiro.

En ese templo del carnaval los grandes anunciantes habitualmente alquilaban camarotes exclusivos para estrellas del cine y la música internacionales,que además de tener contratos millonarios eran obsequiados con whisky importado y manjares carísimos.

Esa ostentación se acabó y en el próximo febrero además de que no se esperan figuras rutilantes del showbussines, habrá menos camarotes de lujo para políticos, empresarios y futbolistas locales.

En lugar de ello se pondrán a la venta boletos promocionales para garantizar la presencia del público.

Y está previsto que los organizadores ofrecerán la popular «feijoada», un plato hecho a base de frijoles y carne de cerdo.

Si la crisis azota a todo el país, con una recesión del 3,5 % en 2016, su impacto parece ser aún más severo en Río de Janeiro, que declaró el estado de «calamidad económica», para poder recibir un socorro económico del gobierno federal.

Las manifestaciones de empleados públicos contra el proyecto de ajuste estadual, fueron las más concurridas y violentas registradas hasta ahora en Brasil.

Este lunes se informó que debido a la bancarrota, las autoridades cariocas además de postergar el pago del aguinaldo también van a recortar el boleto ómnibus subsidiado para estudiantes y jubilados. A las penurias que supone la crisis, los cariocas la suman la indignación causada por las revelaciones sobre la corrupción en la gobernación de Río.

Esta irritación popular se debe a que desde el mes pasado está preso por estafas y sobornos el ex gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral.

El ex gobernante Cabral era un asiduo concurrente a los carnavales y en su camarote era visitado por artistas y por los expresidentes Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff.

Según trascendió Cabral será uno de los políticos que serán objeto de burla en los «blocos de rua» que desfilan por las calles cariocas. (ANSA).