El papa Francisco escribió y envió a Río de Janeiro una carta al primer equipo de refugiados que participa en una cita olímpica. «Queridos hermanos» -escribe el Pontífice- quiero enviar mis saludos y mi deseo de éxito para ustedes en estos Juegos Olímpicos.
Que el coraje y la fuerza que los llevó puedan expresarse a través de los Juegos, que sea un grito de hermandad y de paz». «Que a través de todo esto, que la humanidad comprenda que la paz es posible, que con la paz se puede ganar; sin embargo, con la guerra todo se puede perder», añadió Francisco. «Deseo -concluyó el Papa- que su testimonio sea bueno para todos nosotros. Rezo por usted y, por favor, les pido que oren por mí. Que Dios los bendiga, fraternalmente, Francisco».
La carta, fechada el 26 de julio fue difundida hoy por la Radio del Vaticano. El equipo de los refugiados, recordó este sábado Radio Vaticano, incluye a 10 atletas, seis hombres y cuatro mujeres, que se presentaron ayer en el estadio Maracaná, en la apertura de los Juegos Olímpicos, con una sola bandera, la del Comité Olímpico Internacional, con los tradicionales cinco anillos.
Entre ellos hay dos nadadores sirios, dos judokas de la República Democrática del Congo y seis corredores de Etiopía y Sudán del Sur. Todos ellos huyeron de la violencia y la persecución y buscaron refugio en otros países.
La joven de 18 años de edad, Yusra Mardini, refugiada siria en Lesbos, salvó -junto a su hermana- a decenas de personas que intentaban llegar a la costa y que naufragaron, apelando a sus dotes de nadadora.
Estos refugiados en Rio no sólo hablan diferentes idiomas, sino que representan a una población de más de 60 millones de personas que comparten el dolor y la esperanza. (ANSA).
