viernes, marzo 29, 2024

Ecología, Generales, Locales

Si a la carpa, si en el parque, si a la cultura popular

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En conocimiento por medios periodísticos de que el municipio pretende quitarle el espacio donde funciona «La Carpa» espacio cultural de Faina y Escobi Yon, queremos manifestar nuestra solidaridad con los artistas y todo el equipo de trabajadores que hacen posible que este lugar funcione tan bien desde hace más de 3 años.

Este emprendimiento cultural va en sintonía con lo que dice el estudio del Lisea para el parque, (que es el principal estudio científico sobre nuestro parque y en el que nos basamos para defenderlo) porque, entre otros, destaca los  siguientes puntos:

En el parque deben realizarse actividades culturales, deportivas, de BAJO IMPACTO y de uso público, con lo que este espacio reúne todas las condiciones, ya que es una carpa, que no tiene ni siquiera una base de hormigón y para su instalación se buscó un lugar que no moleste a ningún árbol ni a la circulación de la gente, no tiene alambrado perimetral como otras concesiones, la entrada es libre y a la gorra.

De sus espectáculos disfrutan niños y niñas locales y turistas de todas las clases sociales. También han ofrecido el espacio para espectáculos de otros artistas locales y hasta han pasado por allí artistas de otras localidades. El lugar también ha sido cedido para la realización de diferentes eventos solidarios, como es el caso del «Desabrígate para abrigar»

También se cedió el espacio cultural «La Carpa» para actividades en el marco del «Festival Infantil» y en diferentes ocasiones al municipio. Sin olvidar que en la carpa funciona la «Escuela Municipal de Circo» (el mismo municipio que ahora lo intima a retirarse).

Podríamos enumerar muchas más prestaciones sociales que brinda este espacio, por no hablar de lo turístico y que tenemos actividades culturales infantiles todo el año. Por lo tanto podemos afirmar que es un lugar de gran importancia social para nuestra ciudad que debe quedarse en el lugar que está.

Si existiesen complicaciones burocráticas o técnicas para su permanencia, el Estado lo que debe hacer es ayudar a resolver ese tema y no intimar a desalojar el lugar.

Como colectivo ambiental que defiende el uso público libre del parque y su función de integración social, vemos con preocupación que desde ciertos estamentos del Estado se preocupen tanto por un pequeño productor cultural local, y no se vea tanta preocupación por las demás concesiones, siendo que son pocas las que pagan en tiempo y forma y menos las que cumplen con los pliegos de sus contratos.

Vecinos autoconvocados en defensa del parque Miguel Lillo y las dunas costeras