jueves, marzo 28, 2024

Internacionales

ECOLOGÍA: El Cambio Climático y la salud mundial

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“A medida que los Cambios Climáticos se intensifican, se eleva el riesgo de lesión, enfermedad y muerte a causa de las olas de calor, de los incendios forestales, las tormentas intensas y de las inundaciones.”

El calor extremo

Si las altas temperaturas, especialmente cuando se combinan con una alta humedad relativa, persisten durante varios días (las llamadas olas de calor) y éstas no bajan en las horas nocturnas, el calor extremo puede ser un asesino.

De todas las proyecciones relacionadas con el clima hechas por los científicos, el aumento de las temperaturas es la más preocupante.

Las muertes relacionadas directa o indirectamente con el calor extremo  se han disparado y se prevé que las cifras sigan en alza.

Por otra parte y debido a que las temperaturas invernales están aumentando más rápido que las estivales, las muertes que se deben al impacto del frío (desde enfermedades que se agravan hasta el congelamiento por exposición a la intemperie) es probable que disminuyan.

Los desastres «naturales»

Los cambios proyectados en la temperatura y en las precipitaciones, ocasionados por el calentamiento global y el consiguiente daño al Medio Ambiente es probable que conduzcan a otros efectos que amenazan la salud y la seguridad humanas.

Por ejemplo, el cambio de los patrones de precipitación sumado al calor prolongado, pueden crear sequías de larga duración, lo que puede causar incendios forestales, poniendo en peligro a las personas y a los animales y plantas locales.

Sin embargo, un calentamiento de la atmósfera también retiene más humedad, por lo que la probabilidad de lluvias extremas continúa aumentando en algunas regiones las tormentas, huracanes, tornados o nieve excesivos, además de la inundación de las zonas más cercanas a las aguas.

Las aguas oceánicas más cálidas están siendo el escenario de huracanes tropicales y tifones cada vez más agresivos mientras que los ciclos oceánicos continúan siendo un factor de influencia medioambiental en la frecuencia de los ciclones tropicales. La mala calidad del aire

La combinación de tres ingredientes: la luz del sol, el aire caliente y la contaminación (en especial de la que proviene de la quema de carbón y de los derivados del petróleo) se combinan para lograr que a nivel del suelo exista lo que se llama smog que causa que los seres humanos experimentan diferentes males asociados a la mala calidad del aire.

El problema más grave es que si las temperaturas son más altas aumenta el smog, así la luz del sol, la contaminación del Medio Ambiente y las corrientes de se mantengan inalteradas.

Los alérgenos y otras molestias

Las temperaturas más cálidas y una mayor concentración de dióxido de carbono en la atmósfera estimulan el rápido crecimiento de algunas plantas que maduran antes o producen alérgenos más potentes.

Los alérgenos comunes como el polen parecen responder particularmente bien a mayores concentraciones de CO2, como lo hacen las plantas que consideramos “malas hierbas”, como la hiedra venenosa.

Las enfermedades relacionadas con la alergia están clasificadas entre las más comunes y crónicas de las que padecen los seres humanos y les afectan en todos los sentidos ya que no solo les provocan episodios de mala salud, sino que bajan o anulan su productividad.

La propagación de enfermedades

Los científicos temen que un mundo más cálido acarree cambios drásticos en los llamados «vectores de enfermedades» o sea los mecanismos por medio de los cuales se propagan algunas enfermedades.

Los insectos que anteriormente eran detenidos por inviernos fríos ya se están moviendo hacia los polos, o sea a las latitudes más altas.

Los océanos más cálidos y otras aguas superficiales también pueden significar graves brotes de cólera y de microorganismos dañinos contenidos en ciertos tipos de pescados y mariscos (como la marea roja).

Un problema para cada lugar

En las distintas regiones del mundo se experimentan las más diversas reacciones a los factores antes mencionados, por lo que en cada punto del planeta se agudizarán los problemas y se harán de índole cada vez más local por las razones que exponemos a continuación.

Las tendencias climáticas difieren según la región Las personas que viven en las llanuras, en los cauces de ríos y en las zonas costeras son más propensas a tener inundaciones.

Quienes habitan en zonas secas están a merced de la desertización o padecen de riesgos mayores de incendios.

Algunas personas son más vulnerables que otras Los niños pequeños, los ancianos y las personas que ya están enfermas son menos capaces de soportar altas temperaturas y la mala calidad del aire.

Por ejemplo, las temperaturas extremas y el smog resultan particularmente dañinas para aquellos que padecen de asma o de problemas respiratorios o cardíacos crónicos.

Los países ricos son más propensos a adaptarse al cambio climático Los países pobres cuentan con muchos menos recursos económicos para recuperarse de los desastres relacionados con las variaciones del clima.

Incluso dentro de las diferentes naciones, los individuos menos afortunados económicamente son más vulnerables debido a que tienen menos recursos para escapar del peligro que representan las altas temperaturas (carecen de aire acondicionado o de un correcto aislamiento de sus hogares).

Una reflexión final

El mundo se calienta y las naciones siguen prometiendo hacer algo, pero no dicen ni qué medidas tomarán ni cuándo se decidirán a combatir el Cambio Climático y sus consecuencias en las personas y en el Medio Ambiente.

La realidad es que ya no queda más tiempo para seguir de manos cruzadas. Es necesario hacer una mejor planificación e inversiones importantes y tangibles en infraestructura sanitaria a nivel público, para ayudar a las diferentes comunidades a resistir el severo calentamiento que se vislumbra en el horizonte.

El problema es que estas inversiones podrían resultar más caras que tomar cartas en el asunto y comenzar con una drástica reducción los costos de las emisiones que atrapan el calor. La diferencia entre escoger una medida u otra, puede tener que pagarse con vidas humanas.