jueves, marzo 28, 2024

Internacionales

MERCADOS: Las Bolsas se hunden por las dudas sobre la economía china

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El miedo —el pánico, incluso— ha gobernado las Bolsas en todo el mundo. Los desplomes de los índices asiáticos, el de Shanghai llegó a hundirse hasta el 8,49%, arrastraron a la renta variable de todo el mundo.

El Ibex español perdió un 5,01%, pero llegó a caer un 7,3%. En EE UU, nada más abrirse la sesión, el Dow Jones abría dejándose 1.000 puntos, aunque enseguida recuperó parte de las pérdidas, y cerró con un descenso del 3,58%.

El temor a un frenazo de China, la segunda economía del mundo, y la desconfianza que eso ha llevado a sus mercados financieros ha acabado por contagiarse al resto. Ahora la vista está puesta en el banco central del gigante asiático, al que la jornada de ayer le añadió presión para tomar algún tipo de medida que insufle liquidez.

El lunes 24 de agosto se ha hecho un hueco entre los peores días para las Bolsas de todo el mundo en los últimos años. Esto no es cualquier cosa en unos mercados que desde agosto de 2007, cuando estalló la crisis de las hipotecas subprime en Estados Unidos, registran bastantes jornadas dignas de enmarcar en los libros de historia por aciagas para los inversores.

Al cierre, el Ibex se dejó un 5,01%, su mayor caída desde el verano del rescate a España, el de 2012. Los valores más afectados fueron Arcelor (-9,2%), Repsol (-8,03%) y Santander (-6,68%).

Wall Street ha arrancado la sesión bajo una intensa presión. El Dow Jones, el índice de referencia del parqué neoyorquino, perdió de golpe cerca de 1.100 puntos o más de un 6% en el momento de sonar la campana. Es la caída más brusca en el inicio de la jornada bursátil desde septiembre de 2008. El castigo en el Nasdaq fue mayor, del 8,5%, informa Sandro Pozzi. Media hora después las pérdidas se moderaron y quedaron en la mitad. El índice tecnológico cedió al cierre un 3,82% y el Dow Jones un 3,58%

 El cierre de Europa ayudó a calmar los ánimos a media sesión y eso contribuyó a limitar la caída a menos del 1%. Pero las dudas volvieron a dominar en la última hora de negociación y las ventas indiscriminadas retomaron, lo que llevó al Dow Jones a dejarse más de 640 puntos en el proceso. Todo esto mientras el precio del petróleo se colocaba por debajo de los 38 dólares.

La semana ha comenzado teñida de rojo por la preocupación sobre la marcha de la economía china —que las últimas medidas del régimen no han servido para allanar— y como reacción a los descensos del viernes pasado en las principales plazas europeas y estadounidenses. Y como si de un círculo se tratara, los desplomes de los mercados asiáticos se han contagiado a Europa.

El índice de referencia de las Bolsas chinas, el de Shanghái, han cedido un 8,49% al cierre. Es la mayor que ha registrado este índice en este verano que se está convirtiendo en una pesadilla para los inversores en renta variable en el gigante asiático. De hecho, es la mayor caída desde julio de 2007.

El otro gran índice chino, el de Shenzhen, más centrado en títulos de tecnológicos, ha perdido un 7,7%. No hay que irse tan atrás para encontrar un retroceso mayor, pero sí que es de los mayores de este terremoto estival.

En Japón, las acciones del mayor índice del país, el Nikkei, han cerrado este lunes con un descenso del 4,61%. El yen, considerado una moneda refugio en tiempos turbulentos, se apreciaba por cuarta jornada consecutiva frente al dólar. Si el jueves anterior la cotización de la divisa estadounidense llegaba a los 124 yenes, este lunes se ha situado en 120,79 yenes, un golpe para los exportadores nipones.

El índice Hang Seng en Hong Kong se ha dejado un 5,17%, un castigo más leve que el de las Bolsas chinas pero igualmente relevante para un selectivo tradicionalmente estable. Las Bolsas en Australia, Singapur o Malasia también registraban retrocesos.

El Ibex cae a su mínimo desde enero

En Europa, todas las Bolsas han seguido el camino marcado por Asia . El Ibex 35 ha empezado la sesión con caídas superiores al 6,5% y ha perdido más conforme transcurría la sesión. Poco antes de las dos de la tarde el selectivo se situaba en los 9.860,7 puntos.

En poco más de un mes, el Ibex 35 ha cedido más de un 13%. El índice se encuentra por debajo de los niveles que marcó en los momentos de mayor inestabilidad en Grecia de los pasados meses de junio y julio, cuando el riesgo de ruptura del euro se elevaba. El índice se encuentra en su nivel más bajo desde enero.

Entre los valores del Ibex 35, Gamesa, con fuerte presencia en China, junto con ArcelorMittal y Acerinox (dos firmas muy expuestas a la demanda de acero) encabezan las pérdidas.

Las pérdidas también han crecido en el resto de Europa. Las caídas de París y Fráncfort han llegado a situarse en el entorno del 5%. El miedo en Alemania, atenuado poco después de las dos y media de la tarde, ha llegado por la exposición de varias grandes empresas alemanas al mercado chino.

Preocupación por China

El nerviosismo de los inversores viene alimentado por la preocupación acerca de la economía china, la segunda del mundo, y el temor a que la ralentización pueda ser más profunda de lo esperado. En el segundo trimestre del año creció a un ritmo del 7%, el más lento desde 2009. El 11 de agosto, el Banco Popular de China (central) anunció por sorpresa una devaluación del renminbi, la mayor semanal en 21 años y una medida que las autoridades económicas del país habían descartado públicamente en varias ocasiones con anterioridad. Desde la puesta en marcha de la iniciativa, encaminada a alentar un sector exportador que había sufrido fuertes caídas, los valores en todo el mundo han perdido en torno a los 5 billones de euros.

El viernes, los datos oficiales mostraban una contracción en el sector manufacturero chino en las primeras tres semanas de agosto a un ritmo desconocido desde el estallido de la crisis financiera global.

El anuncio este domingo de que el Gobierno chino permitirá al principal fondo de pensiones estatal invertir en Bolsa no ha sido suficiente para contrarrestar los temores. El fondo podrá invertir hasta el 30% de sus activos netos en acciones que coticen en los mercados nacionales y otros instrumentos financieros. La idea es intentar inyectar liquidez en los mercados de renta variable tras la huida de muchos pequeños ahorradores, que han visto sus fondos decrecer.

La Bolsa china acumula una bajada superior al 30% desde las fuertes correcciones de julio y se sitúa en mínimos de los último cinco meses. Y las autoridades no están consiguiendo transmitir a los inversores un mensaje de estabilidad.

En una rueda de prensa el domingo, el director ejecutivo del Fondo Monetario Internacional para Italia y Grecia, Carlo Cottarelli, quiso lanzar un mensaje de tranquilidad. La institución financiera calcula para este año un crecimiento del 6,8% para la segunda economía del mundo. La ralentización china y la caída de sus acciones son un ajuste “necesario”, por lo que hablar de una crisis “es absolutamente prematuro”, subrayó Cottarelli.

Caída del petróleo

El brent, crudo de referencia en Europa, se situaba esta mañana por debajo de los 45 dólares por barril por primera vez desde marzo de 2009, hace casi seis años y medio. El crudo estadounidense también está en sus mínimos desde la crisis financiera.

Su descenso ha provocado ya la cancelación de proyectos de inversión multimillonarios y el despido de decenas de miles de trabajadores de las petroleras.

Llamada a la tranquilidad de Guindos

El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha destacado que la volatilidad de los últimos días y la fuerte caída del IBEX 35 no tiene nada que ver con la situación de España y se explica por las dudas de China y otros países emergentes.

En declaraciones a Efe después de que el principal selectivo de la bolsa española se hundiera un 5,01 % en su peor sesión desde principios de agosto de 2012, en línea con otras grandes plazas europeas, De Guindos
ha insistido en que este desplome se debe a factores «exógenos».

«No tiene nada que ver con los fundamentos de la economía española», que crece a tasas próximas al 4 %, ha destacado el ministro de Economía, quien ha añadido que hay que tener en cuenta que «en agosto la liquidez es más reducida y de vez en cuando los mercados sobrerreaccionan». EL PAÍS