jueves, abril 25, 2024

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ELECCIONES 2009: Mejora el Gobierno con precios récord de la soja y garantiza un dólar estable. Oportuno viento de cola justo antes de los comicios

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La planificación más precisa, el mayor de los talentos y hasta el esfuerzo más constante pueden ser insuficientes si la suerte no acompaña, aunque sea, en cuentagotas.

La secuencia de malas noticias que llovieron sin pausa desde el quiebre de Lehman Brothers en septiembre último revirtió su tendencia en el momento más oportuno para el Gobierno: a semanas de las elecciones.

Los commodities, en especial la soja y el petróleo, alcanzaron ayer los niveles más altos en lo que va del año y superaron las barreras de 400 dólares la tonelada y u$s 54 el barril respectivamente. A esto se añadieron datos externos favorables, como la desaceleración de la recesión en Estados Unidos, el repunte de los mercados bursátiles y las perspectivas más optimistas para los países asiáticos que estimulan la demanda global de alimentos.

A nivel local, la liquidación de los exportadores permitió mantener controlado el tipo de cambio, que ayer bajó otros dos centavos a $ 3,71 por dólar en el marco de una fuga de capitales aún intensa.

Además, la incertidumbre y un consumo más moderado contribuyeron a bajar la tasa de inflación, el desafío prioritario a esta altura del año pasado.

La brisa externa no es todavía benévola, como el viento de cola que impulsó el modelo K a partir de 2003, pero dejó de ser un vendaval amenazador al frente.

En junio se sabrá si el cambio fue permanente y si se produjo a tiempo para que la crisis económica le reste al oficialismo pocos votos.

El grano acumula una suba de 23% en un mes y está en los valores más altos desde octubre. La Presidenta celebró el «momento muy bueno» del país por los precios.

El fuerte repunte de los valores de la soja, que superó en Chicago la barrera de u$s 400 la tonelada y se ubica en el mejor nivel desde la crisis financiera, contribuye, junto a otros factores, a que la Argentina atraviese el mejor momento económico desde octubre último. Con un alza de 23% en apenas un mes, la oleaginosa cerró ayer a u$s 410 la tonelada, parece ir por más y llevó a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner a destacar el comportamiento de los precios, a pesar de que la escalada se sustenta en la pésima producción sojera local.

Tras abandonar la denominación de «yuyo» que esgrimió durante gran parte de 2008 para denostar al cultivo, la jefa del Estado recalcó: «Estamos en un día muy importante, porque la soja hay llegado a u$s 404 la tonelada (precio del cierre del viernes). Esto no deja de ser un aliciente, sobre todo para contradecir a los pronosticadores y anunciadores de catástrofes para la Argentina». En ese marco, la jefa del Estado sorprendió: «Estamos en un momento muy bueno. Nos pone muy contentos que se pueda aprovechar un muy buen precio del commodity», resaltó, sin dar señales de acercamiento con el sector con el que más se enfrentó el último año.

El beneplácito oficial tiene importantes motivos. Por un lado, amortiguar vía precios las pérdidas de ingresos que traerá la caída en la producción sojera local y, al mismo tiempo, reforzar la recaudación por retenciones a las exportaciones. Tanto por el mejor valor como por la mayor disponibilidad de los productores locales a desprenderse del grano que venían escatimando, lo que garantizará una mayor liquidación de divisas por parte de los exportadores, que a la vez permitirá una mayor tranquilidad en la administración del tipo de cambio.

La brisa externa para la economía local arrancó el viernes, con la soja superando la barrera de u$s 400 la tonelada. Hoy los contratos con vencimiento más cercano -julio- sumaron otro 1% hasta u$s 410, luego de operar a media rueda en torno a u$s 420 cada mil kilogramos. Anoche la rueda continua seguía en positivo.

La tendencia alcista obedece a a la pobre producción argentina -prevista en apenas 34 millones de toneladas- y a un respiro en el temor a los efectos de la llamada gripe porcina en la compra de carne y subproductos de cerdo (en cuya alimentación se utiliza soja y otros granos). A eso se agrega la persistente demanda china y el ajustado stock mundial de la oleaginosa que se prevé para septiembre (en torno a 25% por debajo del ciclo previo), cuando recién se comience con la cosecha nueva en EE.UU.

La mejora externa contagió rápidamente los negocios locales, donde las exportadores reforzaron sus ofertas para conseguir hacerse de mercadería ante la escasez prevista. En ese marco, y por primera vez desde el 11 de marzo de 2008 (cuando se anunció el esquema de retenciones móviles que desató el largo conflicto entre el campo y el Gobierno), las ofertas por la soja en Rosario llegaron a $ 1000 para la tonelada disponible, 2,5% por encima del cierre previo. Pese a que con la devaluación del peso todavía se está lejos (unos u$s 55) para equiparar los valores de marzo de 2008, esa cifra era la que esperaban desde hace días los productores para desprenderse de sus granos, que rápidamente cerraron en Rosario operaciones por hasta 80.000 toneladas. Se trata de la mayor cantidad diaria negociada en lo que va del año.