El ministro de la Producción de la provincia de Buenos Aires, Alejandro Arlía, aseguró esta tarde que “la situación internacional que atravesamos va a durar menos de lo que muchos pronósticos agoreros aseguran; porque el mundo va a encontrar un equilibrio entre los precios de la euforia y el miedo.”
En el marco del Seminario China: una oportunidad histórica para la Argentina”, organizado por el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, el funcionario provincial explicó que “no hay que dramatizar demasiado sobre esta situación internacional que se viene dando en los últimos meses; hace algún tiempo el precio del petróleo rondaba los 140 dólares el barril; esos eran los precios de la euforia, los precios de una economía que parecía no tener techo en su crecimiento sostenido y donde había mucha especulación detrás de esos precios”. Arlía aseguró que “hoy, cuando vemos los precios del petróleo, por debajo de los 50 dólares, evidentemente estamos frente a los precios del temor, del miedo y tampoco esos valores son sostenibles.”
En un panel de debate del que participaron además la presidenta de la Agencia Nacional de Desarrollo de Inversiones, Beatriz Nofal; la secretaria de Integración Regional de Santa Fe, María del Carmen Alarcón y el ministro de Desarrollo Económico de la Ciudad Autónoma, Francisco Cabrera; Arlía convocó a todas aquellas inversiones que lleguen desde la República China y dijo que “estamos fortaleciendo toda nuestra logística en materia de puerto e inversiones privadas ya que hemos superado los 600 millones de dólares de inversiones básicamente del sector privado.”
“Así como China ha lanzado un fuerte plan para mantener su consumo, la Presidenta Fernández de Kirchner ha hecho lo mismo para mantener el nuestro; es un fuerte plan para alentar a los sectores que pueden ser los más golpeados y para mantener el empleo y el crecimiento económico alcanzado en estos 6 años de gestión” puntualizó el funcionario.
Por último, Arlía apeló a una de las máximas de la cultura china, asegurando que “que en la búsqueda constante de la armonía, tenemos que entender que el mundo se va a normalizar, que va a encontrar precios de equilibrio y que esos precios no van a ser los precios de la euforia ni los del miedo. Tenemos que estar preparados para ese mundo más armónico.”
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