viernes, marzo 29, 2024

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ECOLOGÍA: El piquete más alto del mundo cumplió un año. Famatina no se toca.

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Desde hace un año, el piquete más alto del mundo impide a los miembros de la multinacional Barrick Gold que lleguen a su campamento del Proyecto Famatina. Desafiando los 1.800 metros de altura y las temperaturas bajo cero, los autoconvocados riojanos se convirtieron en los principales garantes del cumplimiento de las leyes provinciales que prohíben la explotación minera a cielo abierto con materiales contaminantes.

Desde hace un año, el piquete más alto del mundo impide a los miembros de la multinacional Barrick Gold que lleguen a su campamento del Proyecto Famatina.

Desafiando los 1.800 metros de altura y las temperaturas bajo cero, los autoconvocados riojanos se convirtieron en los principales garantes del cumplimiento de las leyes provinciales que prohíben la explotación minera a cielo abierto con materiales contaminantes.

El sábado pasado, conmemorando el primer aniversario del corte de Peñas Negras, las asambleas de Chilecito, Famatina, Pituil y La Rioja cortaron el cruce de Patquia, a 80 kilómetros de la ciudad de La Rioja. Se trata de un lugar neurálgico: allí se unen las rutas 38 y 40 y es paso fundamental para aquellos que se dirigen a San Juan, Córdoba y gran parte de La Rioja.

Los asambleístas que allí se convocaron denunciaron la falta de cumplimiento de las leyes provinciales 8137, 8138 y 8139, todas dictadas por la legislatura riojana en 2007. Las normativas prohíben taxativamente la explotación minera a cielo abierto con usos de sustancias contaminantes, establecen el mecanismo de la consulta popular para que los habitantes de Famatina y Chilecito se expidan sobre la aceptación o el rechazo de este tipo de industrias en su territorio y también ordenan la creación de una comisión investigadora del sospechoso contrato firmado por Yacimientos Mineros Riojanos (YAMIRI) y la minera multinacional Barrick Gold, mediante el cual se otorgaron los derechos de exploración y explotación del denominado Proyecto Famatina.

“El gobernador Luis Beder Herrera cambió de discurso. Al principio apoyó nuestra lucha, decía que había que proteger el agua y los recursos naturales. Pero después de las elecciones se olvidó de lo que decía. Hace poco anunció en San Juan que La Rioja se convertirá en una provincia minera. Todos las declaraciones que hace en esta dirección las formula fuera de nuestro territorio, acá no se atreve porque sabe que más del 90 por ciento de la población está en desacuerdo. Hicimos un trabajo muy fuerte y hoy hay un movimiento social muy importante que se opone a este tipo de actividad”, asegura Gabriela Romero, una de las asambleístas de primera hora.

Romero denuncia que si bien actualmente no hay explotaciones a cielo abierto en la provincia, sí hay exploraciones. “Nadie explora si no va a explotar –reflexiona-. El gobierno empezó a trabajar para conseguir derogar las leyes que el mismo gobernador había propuesto. Desde hace un año que venimos pidiendo audiencias con todos los funcionarios y ninguno quiere dialogar con nosotros. Las radios, los diarios y la televisión minimizan nuestras acciones y ya no publican nuestros comunicados. Ahora son todos oficialistas”.

Hace unos días, los asambleístas riojanos pidieron infructuosamente información sobre un camión que cayó a un precipicio en la zona de Vinchina –al oeste de la provincia, casi en el límite con Chile- y que realizaba un servicio de transporte para la empresa La Minera. Sospechan que llevaba materiales para un nuevo camino que la Barrick Gold estaría construyendo para eludir el piquete y llegar a su campamento: “Sabemos que la Barrick contrató un servicio de catering, vemos operar helicópteros y también sabemos que se vendieron miles de hectáreas en la zona. Después terminan haciendo caminos en fincas privadas y, entonces, no podes acceder”. A través de este nuevo camino –dicen los asambleístas- la minera podría ingresar a los proyectos de extracción del Cordón del Famatina.

“Siento mucha bronca de ver a nuestros gobernantes tan necios y tan hipócritas. Cada vez están más lejos de nosotros. Nos subestiman, dicen que somos ´antitodo´, que nos oponemos al progreso, que en los países desarrollados hay mineras. Pero alcanza con ver nuestra historia para saber que nos tenemos que defendernos: desde la época de los pueblos originarios no vienen saqueando nuestros recursos”.

 

Romero es docente de historia y carece de un pasado con militancia partidaria o sindical. “Siempre me interesaron los problemas sociales, pero no me gustaban las estructuras jerárquicas, donde todos terminan respondiendo a un cabecilla. En las asambleas riojanas es distinto, todo es horizontal. Así es más difícil comprar a los dirigentes, si algún funcionario quiere hablar con nosotros tiene que venir a la asamblea”, explica y subraya: “Esta es la experiencia más fuerte de mi vida. No se puede ser balconero de la realidad. Uno debe salir, luchar, comprometerse. Con sus acciones u omisiones un pueblo escribe su destino, es el verdadero protagonista de la historia.”

Sin dudas, para Romero el máximo éxito de Asambleas Riojanos es haber sostenido el corte por un año y haber obligado a la Barrick Gold a levantar el campamento del Famatina. Desde hace un año, cincuenta vecinos realizan turnos rotativos de dos o tres horas para sostener el corte en Peñas Negras, a ellos se les suman otros habitantes de la zona que participan ocasionalmente de las manifestaciones, así como también un importante número de interesados en conocer la experiencia de las asambleas riojanas, que se acercan a conocer la historia y participar de las acciones. “No es fácil, no bien empezamos comenzó el invierno. Y no es algo sencillo, a 1.800 metros de altura: llegamos a pasar diez grados bajo cero, se hace sentir. Pero esas condiciones adversas sirvieron para fortalecer al grupo. La empresa no subió y demostramos que cuando el pueblo quiere, puede”, manifiesta Romero.

La resistencia a los emprendimientos mineros ya lleva dos años en La Rioja. El 8 de mayo de 2006, los vecinos de Famatina comenzaron a reunirse alarmados por la sensación de que su pueblo quedaría a merced del cianuro y del saqueo ambiental. Los cordones montañosos abastecen de agua a todos los pueblos cordilleranos y el boom de la explotación minera amenazaba con secar la zona, por su excesiva demanda de agua en el proceso productivo, y contaminar lo poco que quedaba con cianuro, arsénico, ácido sulfúrico, bromo y cromo, entre otros componentes. La información de los riesgos comenzó a diseminarse por toda la provincia y las asambleas ciudadanas se fueron multiplicando por toda la provincia: nacieron agrupaciones ciudadanas en Chilecito, Pihuil, Chañarmuyo, Los Sauces. Hoy todas trabajan en conjunto bajo el nombre de Asambleas Riojanas y todas celebraron el primer aniversario del piquete más alto del mundo. (ARGENPRESS)